domingo, 9 de febrero de 2014

La preocupación no ayuda a resolver los conflictos con los hijo


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Algunos padres se sienten muy preocupados y hasta angustiados cuando ven que sus hijos tienen algún comportamiento inadecuado, cuando van mal en el colegio, tienen malas juntas o cualquier otra situación que les hace perder la tranquilidad.

Los  desafíos que pueden estar experimentado hoy los padres con sus hijos, han sido gestados en el tiempo y seguramente no fueron atendidos antes de comenzar a mostrar los resultados que hoy tienen. Estos desafíos pueden crecer en el tiempo si se mantienen las bases que los fundamentan.


Existen muchas razones para que estas situaciones se manifiesten, pero todas están sustentadas en una falla en la comunicación, una falta de entendimiento entre ambas partes. Los padres se preocupan y dejan ver esa preocupación a los hijos, los hijos sienten la desconfianza que los padres tienen sobre ellos y entre ambas partes siguen sosteniendo una escala de mal entendidos que los encierra en un círculo vicioso.

¿Cómo romper ese círculo vicioso?

Una de las actitudes mas dañinas que podemos hacer en relación a los hijos es manifestarles nuestro abierto rechazo a lo que están haciendo o siendo. Ningún ser humano puede sentirse bien cuando es rechazado aun sabiendo que puede encontrarse en problemas. Contrariamente a eso, solo puede esperar a que una mano amiga le ayude a superarse, a que le muestre una mejor manera de dirigirse y le señale un camino mas feliz para desenvolverse pleno y feliz.

Una de las mayores confusiones que he visto, es que los padres desean que los hijos acepten sus preciados consejos, cuando ellos están necesitando un modelo distinto que los ayude. En muchas ocasiones, los hijos pueden necesitar mirar su situación con una perspectiva nueva y muy distinta a la que sus padres pueden estar proponiendo como única alternativa.

Los hijos son seres individuales que tienen derecho a discrepar con sus padres, sin que estas diferencias generen conflictos. Las diferencias son la sal de la vida. Podemos llegar a tener una maravillosa comunicación pensando y sintiendo de manera muy distinta entre todas las partes.  Que estemos en desacuerdo no es motivo para conflicto, sino, motivo para honrarnos y respetarnos los unos con los otros.

Los padres preocupados pueden comenzar a disminuir el grado de desasosiego, nerviosismo y malestar en relación a sus hijos y comenzar a elevar el grado de esperanza que aun sigue en pie, para que las cosas se mejoren o se normalicen.

La vía de escape de todo conflicto siempre comenzará en la confianza de que ese conflicto pueda ser superado y en el mutuo acuerdo de buscar las soluciones adecuadas al caso. Elevar el grado de confianza, de fe y credulidad en los hijos es la base para iniciar todo cambio.

Todo ser humano necesita sentir que tiene una oportunidad para emendar sus pasos. Todo ser humano espera que se le den nuevas oportunidades hasta que consiga mejorar lo que quiere mejorar.

A veces la vida te presenta situaciones difíciles de superar para ti, en las áreas de salud, económica y/o relaciones. Sabes que estas situaciones las creas tú, pero hasta la fecha no has podido comprender, como es que las estas creando, no encuentras una salida y te gustaría que alguien pudiera ayudarte a ver como salir de allí.

Patricia González.

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