Cuando somos niños suceden muchas
cosas, suceden demasiadas cosas que van quedando almacenadas en la memoria
mientras vamos avanzando en la edad. Esta memoria conformada por los recuerdos
de situaciones que guardamos en forma de imágenes y con un sabor especial
aportado por la emoción experimentada en esos momentos.
Las emociones son las responsables de
que esos recuerdos se mantengan en la parte consciente de nuestra mente, ya sea
porque fueron muy agradables o porque fueron muy desagradables. Lo que
recordamos fácilmente es lo que más nos gustó y lo que menos nos gustó. Lo que
no queda en forma consciente, se va quedando olvidado y aunque nos da la
impresión de que se olvida, simplemente es archivado en el subconsciente.
Cuando somos adultos, la parte consciente
de nuestra mente mantiene muy clara la información recordada y podemos
utilizarla a nuestro favor, ya sea para disfrutar de sus resultados o ya sea
para cambiarla por otra que sea más útil, para acercarnos mas a nuestro bien.
Sin embargo, los recuerdos almacenados
en el subconsciente, van quedando allí casi como un misterio. Con el tiempo van
quedando cada vez mas sepultados debajo de la inmensa cantidad de información
que somos capaces de ingresar, pero siguen estando vivos y siguen manejando
nuestra manera de ser desde esas profundidades que a veces nos parece increíble
de comprender.
Muchas veces no sabemos por qué pensamos,
sentimos o actuamos de determinada manera. Nos queda una sensación de que
existiera otra persona dentro de nosotros, que nos domina y que no nos permite
ser lo que realmente quisiéramos ser. Nuestro subconsciente es muy grande
debido a la cantidad de información que queda almacenada allí y conforma una
amplia zona con oscuridad donde es difícil ir a observar y encontrar algo que
nos explique lo que nos sucede. Y no es porque toda esa información sea
equivocada o errónea, es que simplemente está olvidada y no se encuentra
disponible y fácil de utilizar. Es como una biblioteca guardada en el subterráneo
de la casa donde nunca nadie baja y tiene la entrada obstruida con otras cosas
que no permite el paso libre y expedito.
El ser humano está capacitado para
vivir sin este subconsciente, o sea,
vivir siempre en la zona consciente, pero aun no descubrimos muy bien cómo
hacerlo. De momento vamos creando esa zona enrome que requiere de nuestra
energía también para mantenerse allí. Los niños aun siguen aprendiendo a crear
ese subconsciente que luego les sorprenderá con su contenido en la edad adulta.
Debido a esto, es importante que los
padres podamos colaborar para favorecer el crecimiento de los niños en un
ambiente agradable, con libertad de expresión personal, con apoyo y contención
emocional y facilitar la gran tarea que significa estar en la edad adulta limpiando
aquellos recuerdos negativos guardaos en la mente subconsciente, responsables
de muchos resultados desastrosos, complicados, tristes y vividos con
impotencia, rabia y frustración.
Muchas veces los padres no somos conscientes
de la cantidad de información que vamos generando en las mentes abiertas de los
hijos. Estando en la playa, meditaba en todo lo que observaba a mi alrededor,
algunos padres molestos con sus hijos porque corrían, porque no corrían, porque
saltaban, porque no saltaban, porque reían fuerte, porque no reían, porque
querían ir al agua, porque no tenían que ir al agua, porque tenían que comer,
porque no tenían que comer, porque tomaban algo que no debían tomar, porque no
tomaban lo que debían tomar, porque caminaban, porque no caminaban, porque se
sentaban, porque se paraban, porque se
mojaban, porque no se mojaban, porque contestaban, porque no contestaban,
porque se caían, porque se podrían caer, porque se ensuciaban, porque esto y
porque aquello, etc., etc., etc.
Todo lo que observaba me hizo pensar
en la gran cantidad de información inútil que vamos transmitiendo a nuestros hijos y pensé en cuánta de ella
será solo parte de una carga emocional negativa y pesada de superar en la edad adulta.
¿Será necesario recargarlos tanto con ideas limitantes y no será mejor dejarlos
libre un rato para que jueguen y se muevan en libertad?
Es mucho lo que almacenamos cuando
somos niños y gran parte queda escondido en las profundidades del subconsciente
que es tan difícil de remover en la edad adulta. Podemos ser más conscientes y hacer
un filtro de nuestras ideas para generar fluidez en la energía vital de
nuestros hijos y evitarles la gran e inmensa tarea de limpieza en la edad
adulta.
Patricia
González.
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